Chiste de Entierro del catalán

Estaba una familia de catalanes reunida ante el féretro del padre recién fallecido, cuando el hijo menor dice:
– Ahora tendremos que hacer realidad la última voluntad de nuestro padre: Ser enterrado con un millón de euros en el ataúd.
El hijo mediano añade:
-Sí, bueno…..pero en realidad sólo pondremos 750.000 euros, porque hay que descontar el IRPF.
El hijo mayor cae en la cuenta y añade a lo ya dicho:
– También tendremos que deducir el IVA…
En esto, la viuda entra en la conversación de forma contundente y dice:
– ¡Basta ya! Vuestro padre no merece estos regateos. Se le enterrará con la tarjeta de crédito….y que él gaste cuanto le apetezca.

Chiste de Vasco muerto por cirrosis

– Oye Inaki! sabes que se ha muerto Julen?
– ¡Me cago en la leche! ¿y de que ha muerto?
– De cirrosis
– ¡¿Joer!?¿Tanto bebía?
– ¡Me caguen! Lo incineraron hace dos semanas, y Todavía sigue ardiendo.

Chiste de Vasco pintando carreteras

Un vasco que trabaja en el cuidado las carreteras de Álava y un día se les rompe la máquina que pinta las líneas y el tío dice:- Ayvapues, que yo las pinto a mano si hace falta.
El primer día que se pone pinta 30 kilómetros. El segundo 20. El tercero 10. El cuarto día solo dos kilómetros. Y el jefe ya extrañado le pregunta:
– Oye, Mikel, ¿por qué cada día pintas menos líneas?
– ¡Porque cada día está más lejos el cubo de pintura!

Chiste de Vasco declara la guerra a Kim Jong-un

Está Kim Jong-un el máximo mandatario de Corea del Norte, sentado en su oficina, pensado como tomarle el pelo al mundo un rato más, cuando suena el teléfono y dice una voz con un fuerte acento de Bilbao.
– Buenos días, Sr. Jong-un .
– Soy Gaizka, propietario del bar Txiki en Bilbao y le llamo para informarle que hemos decidido declararle oficialmente la guerra.
– Bien Gaizka, qué noticia tan interesante. ¿De cuántos soldados disponéis?”
– Por ahora, somos yo, mi primo Lander, su vecino Andoni, y el equipo completo de pelotaris del barrio. En total 8.
– Amigo Gaizka, creo que debería informarte que tengo un millón de hombres en mi ejército esperando mis órdenes para atacar.
– Ostia! Creo que le tendré que volver a llamar. Hasta luego.
Al día siguiente, Gaizka llama otra vez.
– ¡Sr. Jong-un , nuestra declaración de guerra sigue en pie! Hemos conseguido algo de armamento de infantería.
– Y de qué tipo de armamento estamos hablando, Gaizka?
– Tenemos el R5 de Andoni, la bicicleta de Lander y una grúa que le hemos robado a los municipales.
– Creo que debería informarte que yo tengo 16.000 tanques y 14.000 vehículos blindados para el transporte de tropas. Además, desde que hablamos ayer, he incrementado mi ejército hasta un millón y medio de hombres.
– ¡Cago en la puta! ¡Le tendré que llamar otra vez, hasta luego!
Una vez más, Gaizka llama al día siguiente.
– Sr. Jong-un , mi declaración de guerra sigue firme. Hemos conseguido extender nuestras fuerzas por mar y aire. Hemos conseguido atar un torpedo a la tabla de surf de Andoni y puesto un par de metralletas a un ultraligero que teníamos a mano. Además, se nos han unido 4 chavales aizcolaris, con hachas y todo. De capellán vamos a intentar llevarnos a Arzallus. Le llamaba para avisarle y que se prepare.
Kim Jon-un, tras guardar silencio, responde:
– Gaizka, te tengo que informar que yo tengo 1.000 bombarderos y 2.000 aviones de combate. Mi residencia está rodeada de láseres de defensa contra misiles, y desde ayer, he vuelto a incrementar mi ejército a 2 millones de hombres.
– ¡Jesús, María y José! creo que mañana le volveré a llamar.
Como ya venía siendo costumbre, Gaizka llama al día siguiente:
– Buenos días, Sr. Jong-un . Siento informarle que vamos a tener que cancelar la guerra. Retiramos nuestra declaración.
– Vaya, lo siento, ¿a qué se debe el cambio de opinión?
– Bueno, la verdad es que lo he comentado con los chavales en el bar, y hemos decidido que ni de coña vamos a ser capaces de dar de comer a 2 millones de prisioneros.

Chiste de Un vasco va a comprar condones

Entra un vasco en una farmacia y dice al dependiente:
– Deme un condón
El dependiente le responde:
– Oiga que aquí hay dos señoras.
A lo que el vasco le contesta:
– ¡¡¡Pues entonces deme tres condones!!!

Chiste de Vasco en el 11 de septiembre de Nueva York

Nueva York. World Trade Center. Zona Cero. Después de un año, los bomberos siguen con las tareas de salvamento, cuando de pronto, levantan un bloque de hormigón de 2000 kilos y aparece uno de Bilbao.
– ¡Aiba la ostia! Pues anda que no habéis tardau en rescatarme, joder. Ya me estaba muriendo de sed.
Los bomberos, la policía, los médicos, los periodistas… todos se quedan alucinados mirando al vasco, sin creérselo, y el vasco sigue:
– ¡Venga un txuletón, joder! Y un txacolí que estoy seco, pues.
Un bombero, aún sin poder creer lo que ve, le pregunta:
– Oiga, perdone, ¿en la planta donde estaba usted, sabe si queda algún superviviente?
– ¡Y yo qué ostias sé, joder, si yo venía en el avión!

Chiste de Un vasco al que hay que amputarle la pierna

Le dice el médico al de Bilbao:
– Lo siento pero vamos a tener que amputarle la pierna.
Y el bilbaíno dice:
– Aibá la osti que soy de Bilbao, si hay que hacerlo se hace.
Le dice el médico:
– Y qué prefiere ¿anestesia total o local?
– Aibá la osti pues ¿no le dije que soy de Bilbao? A mi sin anestesia ni poyeces.
El médico le empieza a cortar con el serrucho y empieza el bilbaíno a gritar:
– AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGR.
A lo que le dice el médico:
– Si ya le dije yo que le iba a doler.
Y le contesta:
– Que doler ni que ostias, que me da DENTERA.

Chiste de Dónde nacen los vascos

Ahí va Patxi! Estoy muy orgulloso de ser vasco, pues!
– ¿Tú vasco? ¡Pero si en Valencia!
-Ya Patxi, pero es que los vascos nacemos donde nos sale de los huevos, joder!

Chiste de Accidente de coche del vasco

Va uno de Bilbao conduciendo su recién estrenado coche, por la autovía, dirección San Sebastián, cuando en una de las curvas, se sale de la carretera y se pega “la gran hostia”, quedando el flamante coche completamente abollado.
El bilbaíno sale del coche, y empieza a mirar el mal estado en que ha quedado su flamante coche y en éstas pasa un donostiarra, y viendo lo mal que estaba el de Bilbao, detiene su coche, y le dice :
– No te preocupes, hombre, si quieres dejar el coche, tal y como estaba antes, no tienes mas que soplar por el tubo de escape, y a medida que se vaya hinchando, irán desapareciendo las abolladuras.Dicho esto el donostiarra vuelve a montarse en el coche y deja al bilbaíno manos a la obra.
El bilbaíno todo agradecido, se tumba en el suelo, y empieza a soplar por el tubo de escape, como le había dicho el donostiarra y en éstas que pasa otro de Bilbao, que al ver a su paisano tumbado en el suelo, decide detenerse para echarle una mano.
El bilbaíno accidentado cuenta a su paisano lo que le ha sucedido, y el brillante consejo que le había dado el donostiarra.
El último bilbaíno en llegar, mira atónito al bilbaíno accidentado, y le dice:
– ¡¡TU ERES TONTO O QUE!!… como piensas que se va a hinchar el coche soplando por el tubo de escape…………. SI TIENES LAS VENTANILLAS BAJADAS.

Chiste de Vasco con gafas mágicas

Arnaldo viajó a Japón y se compró un par de gafas de gran tecnología que hacía ver desnudas a todas las mujeres.
Arnaldo se pone los anteojos y empieza a ver desnudas a todas las mujeres… está encantado. Se pone las gafas, desnudas, se quita los anteojos, vestidas
– ¡Qué maravilla!
Regresó a Bilbao, loco por mostrarle a su mujer la novedad. Cuando llega a la casa, inmediatamente se coloca los anteojos para ver desnuda a su mujer, María.
Abre la puerta y ve a María y a Joaquín, desnudos en el sofá.
Se quita los anteojos, desnudos, se pone los anteojos, desnudos. Se los quita… desnudos, se los pone… desnudos.
– ¡Vaya mierda de anteojos nada mas llegar a Bilbao se rompen!

Chiste de La herencia del lechero vasco

Un lechero vasco que se está muriendo en el hospital reúne a sus dos hijos, su hija y su esposa y, rodeado por todos ellos y su enfermera, les reparte su herencia.
Dice a su hijo mayor:
– A ti, Pedro, te dejo las casas del Norte.
– A ti, hijita, te dejo todos los apartamentos de la zona Sur.
– A ti, Carlitos, por ser mi hijo menor, con un gran porvenir, te dejo las oficinas del Centro.
– Y a ti, mi querida esposa, el edificio del Barrio las Cumbres, al Oeste de la ciudad.
La enfermera, impresionada, le dice a la esposa:
-Señora, su esposo es muy rico; les está dejando muchas propiedades.
Y la esposa, sin perder el tiempo le responde:
– ¡Qué rico ni qué ni nada! ¡Esas son las rutas por donde reparte la leche… !