Chiste de Una rubia frívola

Una rubia muy frívola y al mismo tiempo un gran fan de la cosmética cara. Su esposo para educarla un poquito, fue y se compró un ordenador. Lo trae a casa, lo desempaquetado, lo puso sobre la mesa y dice:
– Mi querida, ven a ver qué regalo te compré!
La rubia lo ve y le pregunta:
– ¿Qué es, cariño?
– A ver si puedes adivinar…
La rubia examinó más de cerca. En la parte delantera se dio cuenta que escribe CD y se arroja alegremente del cuello de su marido:
– ¡Aaah, Christian Dior, gracias cariño!